Hoy me dijiste linda. "Cosquillitas", lo describimos. Me encanta quererte, pero no se me escapa que me obligaste a quererte, y todavía te lo reprocho (así como te reprocho que te fuiste después de obligarme a quererte). Después me quedé en silencio.
También me hablaste después de un largo silencio, aunque igual me emocioné por cualquier palabra. Debería practicar el silencio también, como me recomendó la maga, aunque estar más callada me invita a pensar, y pensar no quiero. No quiero, me duele. Me hace extrañarlo a R.
Otra vez no me callé. Me dijiste que si quería saber un secreto y dije que sí, porque quién no ama los secretos... pero eras tu esposa y tú. Y yo no tengo fuerzas ya para soportar tanto desamor.
Como una vil arpía, quiero que me extrañes. También me gusta que me extrañe R. Me da placer y gusto hacerles falta. Quiero que piensen en mí. No fui el amor de su vida, pero quiero ser la chica del verano que jamás se va a salir de sus gratas memorias. Al menos.
Pero más allá, quiero sentirme mejor. Quiero estar con alguien que no seas tú Al, porque al final eres como un figmento de la imaginación de R. Cortados con la misma tijera, pero con peores detalles en tu patrón. Quiero alguien que respete y acompañe mis decisiones sexuales y también las reproductivas. Quiero alguien que se enoje y me grite cuando vivamos juntos porque algo no le parece, pero que igual se dé cuenta que exageró y que todo se puede resolver lentamente. Quiero alguien como la risa de yasabesquién (y a quien me arruinaste la propuesta de amor, maldito desgraciado, pero la voy a buscar bien cuando esté mejor, para ofrecerle una mejor allizzia). Quiero alguien que discuta buen cine, y me cuente de los libros que leyó, y me comparta toda su inteligencia. Quiero alguien que me lleve del cabello a la cama, pero me deje en el piso y me castigue lentamente con un cinto y me termine con los dedos. Quiero alguien que pueda ser mapá (pamá) conmigo, que le gusten los niños, y tome los cursos de crianza conmigo. Quiero alguien que salte el fuego conmigo, y recoja lenteja por lenteja cuando las hayamos lanzado sobre nosotros. Quiero dejar el cigarro juntos. Y morirnos.
Y eso, Al, no eres tú. Y tampoco es R.
Creo.
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