lunes, 7 de diciembre de 2009

Claro, yo voy...

Así comenzaron los acontecimientos de esta tarde. Sí, todos dicen que es muy bueno, ¿Qué puedo perder?

Llego, y entro viendo el viento, como siempre. Lo que pasa es que en estas épocas, mi mente está ocupada en tantas cosas que no se fija en el presente que está frente a sus bellos ojotes. No estaba nerviosa, quizá un poquitín. Había alguien en el escritorio del frente... Un joven. No importa, ya estaba dentro. La mujer nos dice que pasemos. Me muestra la cama, y me indica que me quite los zapátos. Luego me indica como posicionar mi traserito para que las cosas no salgan mal. Entonces ella se retira y yo me acuesto en la cama, me pongo el aparato encima del vientre y comienza a funcionar.
Al principio solo se calienta. Cada vez más, auuch, ahora está muuuy caliente. Entonces comienza la acción.
Comienza a subir... a subir más... auch, mi cuello. Oh, ahora baja, baja mucho, uuhm, baja muchísimo más. Hasta abajo. Ahora son dos, sí. Uno se concentra arriba, desde mi espalda baja hasta mi nuca, y el otro desde las piernas hasta la planta de los pies. Cada movimiento despertando un sentimiento de ansias en todas y cada una de is terminales nerviosas. Me cago de risa. Shhh!! Escucho de las otras camas. Me vale madres, me divierto mucho. ¡Qué cosquillas!. Suben y bajan. Uhm, siguen subiendo bajando. Me parece una rutina insípida, así que empiezo a voltear a ver a los demás. Uhm, parece que es un placer para ellos, con los ojos cerrados, ensimismados... Ah, será mejor que vuelva a lo mio. Está tan caliente que quema, así que trato de moverme. Pero me molesta un poco, huuush!.
Sigue subiendo y bajando, son las más chistosas torteadas de mi vida, me hacen cosquillas. Sube demasiado que tengo que tornear mi cuello hacia el techo y hacia atrás. Auch. Duele. Y quema, ¡aah como quema! En algún momento se deja de mover y se queda muerto ahí. ¿Ya? ¿Eso fue todo? ¿Nada más? Chales. Yo no pagué por esto. Me aburrí mucho. Aunque, sigue estando caliente. Comienzo a aventarle piedras, pues realmente está inmovil. Nope, nada. UUh, figuritas en la sombra, mis manos hacen: un perro! una jirafa! un pájaro! una araña!... Ahhh... Mejor comienzo a molestar a los demás "Tsss!!!".... "TSSSSS!!!!" chales, siguen en su onda. Nhe, ya me voy.

Me levanto de la cama y me cobran en la salida:

"¿Sí lo aguantó?" pregunta la encargada. Ahora estoy muy adormecida y adolorida, y con las pedradas, seguramente se enojarán, corre! corre! antes de que alguien chismee.

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Estúpidas camas de masajes (sin albur!! jaja), no son tan buenas como dicen.

La lección de hoy es:

GRANDES EXPECTATIVAS, PRODUCEN DECEPCIONES.

4 comentarios:

Frédéric dijo...

estúpida cama de masajes ¬¬

Frédéric dijo...

ok ok, debo admitir fué divertido...

pero hmm ¬_¬

Alicia L. dijo...

¿Por qué le puse acento a zapatos?

Chales...

Olvidé mencionar el cuarto a media luz, y la decoración barata.

jaja, claro, fue un poco divertido.

Jony C dijo...

jejeje..see..he dio un par de veces...jeje