sábado, 28 de diciembre de 2013

Carry on

Hace unos siete años, alguien me dijo que no podría llorar con cada problema que se me presentase. Me gusta llorar. 

Pero entonces tuve que ser alguien fuerte, ¿saben? 

No.

Es que ya no sé qué es lo que se espera de mí y lo que yo espero de mí. No es lo mismo, pero es lo mismo. 

Quisiera llorar pero ya no sé para qué.

La vida transcurre en un par de notas de piano, y la frase continúa...

no quiero morir sola.

Y la verdad es que ya no entiendo nada.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Tired of breaking my heart

El despertador suena a las 6. 

No hay variación, sonará siempre a las seis de la mañana. Me vuelvo a dormir. Verán, ¿qué sentido tiene despertar todos los días cuando uno siente el peso y la maldad del mundo? No, el reloj volverá a insistir a las seis treinta, quizá a las seis veinticinco. No querré despertar aún. No quiero despertar nunca. Duro horas para poder dormirme entre tanto pensar y luego debo despertarme... No, quiero dormir por siempre. Así hasta que algo me impulse a moverme: un ruido, una luz, biología. Antes de volver a sucumbir, me visto y quizá hasta coma. Entonces volveré a la cama, con veinte minutos extra. Tengo veinte minutos extra.

El día transcurre entre algunas risas, preocupaciones y gastos. Lo que más importa es sentarse y escuchar. No, pensar. No, escuchar. Es complicado. 

A la mitad del día, probablemente diga sí. Caminaré. Caminaré. Caminaré...

Es un mal día. Siempre son días terribles. El sol siempre brilla, a lo lejos. Ojalá dejara de presumirnos su sonrisa. 

¿No lo entiendes? Es que yo tampoco. Creo que ni siquiera debemos entenderlo. Creo que nunca estuvimos destinados a entender. Nada más a seguir. Con la frente en alto y los pies firmes. Y queda la cadera flotando, sin saber qué  hacer.

La noche es lo mismo. Siempre. Los mismos lugares, la misma cobija, la misma soledad que es tan reconfortante.

Nadie me ha dicho qué debo hacer. Y ahora me han enseñado a pensar y lo único que quiero aprender ahora es a cavar mi tumba. Necesito saber que soy efímera, que puedo desaparecer sin dejar ningún rastro. 

Necesito saber que tengo poder alguno.