jueves, 29 de abril de 2010

Debray

E. No te me quedes viendo, di algo. Que mal plan, we. Sí gracias, eso ayuda.

Bueno, ya, nada iba a ayudar. Está bien que L. no comprenda. Por que está tarada.

Es interesante como odio lo que estoy haciendo lo que alguna vez me hicieron.

Como quitarle a la luz a quien parece que no le tiene derecho.

Claro que ninguno de nosotros fue militar.

Quizá el otro, pero estoy segura de que yo no. O en algún futuro.

Letras. Abejas. Elvis Presley. Jamás volver a escuchar eso.

¿Por qué?

Ya vez por que no quería. Quizá ahora comprendas. No, nel, tu no comprendes.

Yo tampoco. Ya no. Ya no quiero hacer nada.

Con un carajo, que me estoy volviendo loca.

Ya, debería ser todo. Pero no lo es, nunca lo es.

...

¿Allizzia, te sientes bien?

No. No me siento bien. Pero ya se pasará. Siempre lo hace.

miércoles, 28 de abril de 2010

Guárdenme un secreto.

El gobierno no quiere que nosotros sepamos. Es un tema tan delicado.

Lo que pasa es que... pero no le digan a nadie... de vida y muerte...

HOY ES 28.

¿Ah, nada?

Bueno, igual me da un carajo.

Juro que a la próxima tendré algo decente para escribir.

Tengo lo que nosotros llamamos "writter's block".

Claro, que no soy escritora...

Pero, ¡hey! Quizá un café lo arregle.

jueves, 22 de abril de 2010

Made of clove splinter'd shards.

Hola, muchachos.

Hoy les voy a hablar de un amigo mio, nuestro, de todos. Se llama Tierra.
Hoy es el día de su santo. Dénle un abrazo.

Okok, lo admito. No me di cuenta de que era día de la Tierra hasta que llegué, prendí mi computadora, abrí internet, y en ciertobuscadorcuyonombrenovoyamencionarsimple-ysencillamenteporquetodoslousan encontré que era día de la Tierra. Ustedes se preguntarán qué tiene eso de TAN IMPORTANTE, si ya quedó claro que tengo una relación miedo-respeto con la naturaleza. Pues no me importa lo que se pregunten. Mucho.

Verán, me vino un recuerdo fugaz, de esos que uno no puede evitar, cuando me fijé la fecha. El año pasado, ¿Ustedes recuerdan qué hicieron el día de la Tierra? Yo sí.
Fuí a la escuela. ¿Muy obvio? Pues para su mayor información, también fue jueves. Miento, fue miércoles. Mi querido Afro fue el que me informó de dichas festividades. Eran las cinco de la tarde aproximadamente. Estábamos en la escuela. Por que somos unos nerds.

Ilse estaba tirada en el macetero frente a IVA. Entonces salió el tema, día de la Tierra.
Así que me tiré al piso y abracé a la tierra lo más fuertemente que pude. "Feliz día" murmuré. Bajito, por que ya tengo fama de loca/rara.

Y me levanté y me fui muy feliz. A jugar. Como si fuésemos niños buenos. Inocentes.

Y después de todo este desvarie, les voy a hacer recordar a alguien, más bien algo, relacionado con la Tierra. Ya saben que tengo un problema con los recuerdos.



Ecologito.

¿A alguien le tocó Ecologito?
A mi solo me tocó una edición más. Y luego nos mandaron al carajo. Bimbo siempre ha hecho cosas rebonitas. Se suponía que nos las daban como educación sobre medio ambiente, por que mi primaria era bien fresita. Pública, pero fresita. Lo intentaron más tarde, en quinto de primaria, pero lo único que hicieron fue darnos un librito (que nos cobraron... putos...) bien aburrido con actividades que eran para nada divertidas, nada como Ecologito. Mi primer comic. Era genial. Pero mis hermanas los recortaron (los viejos de ellas). Supongo que pensaban que seguirían saliendo más ediciones. Ilusas.

Todavía sigo odiando ese cuadernito de actividades en blanco y negro que nos obligaban a contestar. ¿Educando con actividades aburridas? ¿Qué le sucedió a la pedagogía, las dinámicas y todas esas mamadas? Eran estudiantes, por supuesto. Unas muy valemadristas.
Lo más decente que hicieron fue ponernos una película. Gracias a Jebuz y mi nada usual inteligencia, yo tenía que salir, justamente a esa hora, a practicar mi nada usual falta de coordinación con la escolta. Esa es otra historia, pero dudo que se las cuente publicamente.

¿No era Ecologito un tipo simpático? Era la onda. Me encantaba leer y releer esa revistita.
La allizzia pequeña era una ternurita. Con sus libritos en las manos.

La Tierra... ¿Qué lindos recuerdos no?

Desagradecidos. Después de todos los buenos momentos que nos dió Ecologito la Tierra, deberíamos felicitarla.

Así que, con su permiso, voy a ir a abrazar al suelo.
Muchas gracias.

PD. El primer webcomic es muy bueno. Visítelo si un día de estos no tiene trabajo que hacer o planetas que felicitar.

domingo, 18 de abril de 2010

De anécdotas y referencias.

"Entonces, cuando se acabó el partido México-Korea del 98 en Francia, una koreana me pidió la banderota que traía de México. Mi bandera esa grandota que tengo, bien bonita. Me decía "CHANGE CHANGE" [agréguele voz chillante] pero yo no quise y le decía que no y que no. Que la bandera no."

"Te hubieras enredado en ella y tirado al piso gritando ¡NUNCA!"

Risas después mi hermana agregó que eso quizá no era verdad.

La verdad es que a mi me da igual, pero ustedes qué piensan: ¿Juán Escutia y sus compinches fueron un invento? ¿Se habrán sabido el himno nacional de cabo a rabo? ¿Les enseñan a los militares el himno nacional y sus chorropotocientas estrofas? ¿Realmente habrá sucedido el hecho de los Niños Héroes?

En realidad me inspira curiosidad.

viernes, 16 de abril de 2010

"Ten cuidado con tus sueños:

Son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos".

Gustave Flaubert.

Hoy pensaba sobre mi "logic cult". En eso en lo que creo, -creemos- aunque no sea verdad.

Quizá en realidad volvamos; nuestras almas, como dijo Pilar. No sé a qué. A perdonar, a acompañar, o simplemente a molestar.

Quizá resulte que no, que finalmente yo tenía razón y las cosas son tan tristes como siempre lo fueron y han sido.

Quizá es verdad lo que me dicta la mente, y en realidad no sé nada de nada y lo más sensato sea darme por vencida.

Quizá la luna te mate, se haga polvo en tus labios.
Quizá luego me sueltes.
Quizá tenga celos de ti.
Quizá nos veamos después.
Quizá algun día nos hagamos luces.

martes, 13 de abril de 2010

Historias cortas

para gente en exámenes.

Mis primas, en el rancho, me invitaron a la barranca. Mi otra prima, pequeñita, de corta edad, deportista, estaba extremadamente entusiasmada por que ella... bueno, es más joven. La mitad de mi edad más jóven. Cuando yo tenga 20 años, ella tendrá 10. Cuando yo tenga 30 años, ella estará en lo mejor de su vida. Quizá eso me produzca un poco de rencor en el fondo de mi ser.
En fin, todos los jóvenes emprendimos la ruta hacia el campo recién cosechado. La tierra aún no había sido removida y solo quedaban los troncos del maíz inertes atrapados en la tierra dura. Los pisabamos en nuestro camino, sorteando mierda de vaca.

Después de algunos metros, llegamos al final del campo y al inicio de la naturaleza libre. Crecían matas de todo tipo, a una altura baja. Estabamos cerca del mar.
Nos adentramos uno a uno. El caballero al último.
Seguimos caminando. Mi prima jamás soltó a la pequeña entusiasta hasta llegar al final del barranco; hasta el río. En realidad, ya no era un río. Era un pequeño arroyito. Un arroyito minúsculo. De esos que hasta dan ternura. Donde metes a un nene de dos años a jugar sin peligro inmediato a que se ahogue por que "se lo lleva la corriente". Que se envenene, o que se corte o se le pegue algún bicho es otro cuento.
Había numerosos insectos. Hacía calor. Había humedad. Supuse que ese sería un lugar perfecto para ellos, y para las personas con esos gustos. Humedad y calor. La costa. Y me acordé de ti. Miré un rato hacia el infinito, por que pensaba en ti.
Un "Allizzia, ya nos vamos, vente." me trajo de vuelta. Me trajo a la realidad, donde no estabas tú. Así que sonreí y seguí caminando, sorteando ramas bajas o caídas. Viendo el piso y saltando entre las piedras rodeadas de diez centímetros de agua. Me divertía, sonreía y carcajeaba. Por que me sentía como una niña y me sentía más cerca a ti.
Así, tuvimos que trepar de regreso. Pero trepamos hacia el otro lado. Escalamos, más bien. El lado de la barranca por el que no habíamos bajado. Yo sabía que eso era ilógico. Pero no era mi rancho, finalmente. La subida, para mi, estuvo más difícil. Me resbalé un par de veces (logrando que nadie se diera cuenta), pero me sostuve. Por que así siempre lo he hecho. Me sostuve antes de caer. Evitando el suelo. Casi al final, fue la primera vez que soltó mi prima a la pequeña entusiasta, pues estaba en peligro de caer ella y llevársela consigo. No sé por que no la soltaron, por qué no la dejaron trepar sola. La pequeña ha ido a gimnasia desde hace 4 o 5 años. Es hiperactiva y su madre hizo la desición correcta. También yo le sugerí que lo hiciera cuando vi la capacidad de la niña de colgarse de un tubo tipo pasamanos cuando tenía... dos o tres años. Ok, yo la dejé ahí colgada, pero ¡qué fuerza tenía! Primero, a los dos años, estuvo en un equipo de porristas. Luego, en gimnasia. Es una de las mejores gimnastas (para su edad) en el municipio. Si sigue así, quizá llegue a ser una de las mejores del estado (pequeño estado, claro) e incluso del país. Juegos internacionales y todo eso. Estoy segura de que si la niña se caía, se detendría con gran destreza con alguna rama o tronco que encontrace en el transcurso. No es difícil, se llama autopreservación.
El final del camino era llano, a la sombra de árboles lindos. No me di cuenta del esfuerzo que había hecho hasta que un pequeño viento sopló y sentí el cuello húmedo y frío.
Miré al cielo. Volví a recordarte. Así caminé un rato hasta que me doblé el pie por no ver el suelo. Es la razón por la cual generalmente voy con la cabeza gacha, no puedo ver el suelo con la frente en alto.
"Mira, ahorita vas a ver una cueva. Antes podíamos ir y todo, pero ya la cerraron." Me despertó de ti. "¿Por qué la cerraron?" Pregunté con la inocencia que perdí hace tiempo. "Porque de ahí salían uhmm.... ¿cómo se dicen?... murciélagos." "Murciégalos. Ah.... Una vez se metió un murciélago a mi salón. La maestra chilló como ratón."
Estaba inmersa en recuerdos. Al final, quise sentirme como niña de nuevo y empecé a saltar de pie en pie, como lo hice varias veces más durante las vacaciones. Luego me paré frente la rama de un árbol. Habían vainas colgando de ella. Vainas aterciopeladas y delgadas. Eran lindas. Las corté pensando en ti, y acaricié la vaina. Era tersa. Verde por dentro. Me quedé atrás por cortarla. La pequeña me llamaba. Yo pensaba en ti.
Caminamos hasta llegar a una reja, que la mitad de mis primas sorteó, mientras el caballero abría la puerta. Yo salí caminando. Pensé que quizás me dirías huevona. Por que lo soy, the truth be told. Unas horas antes había pedaleado un bote sobre un lago. Pagar el geim, my ass. Un día entreteniendo niños, et voilá.
Pero cuidé esa vaina, por que de alguna u otra forma me recordaba a ti. Ya sabes que las cosas que me recuerdan otras cosas nunca tienen sentido de ser. A veces es por una canción que las une, una situación, pero nada, nada evidente. A veces solo un pensamiento en común.
La guardé en al auto. Y así llegó hasta aquí. Bajé con él hacia mi casa y la puse en mi tocador. Ahí duró varios días hasta que recientemente me di cuenta que la vaina había explotado. Las dos láminas que cubrían las semillas se abrieron, dejaron salir las semillas, y cayeron en mi alfombra. Mi alfombra sucia y yerma, donde jamás cumplirían su propósito de plantarse en la tierra y hacerse vida, grande y fuerte. No.
Se quedaron ahí hasta que las recogí. Las miré un largo rato y las volví a dejar en el tocador.

Supongo que no habrá árboles este año.

domingo, 11 de abril de 2010

If she could be...

Estaban llorando cuando los dejé, lo sé.
Ellos no, yo sí.
Los sacos y los niños. Lo que más recuerdo. Por que los sacos eran todos iguales y los niños todos olvidaban sus preguntas y se lanzaban al piso a jugar.

Estaban llorando cuando yo me fui.
Solo algunos, no todos. Sé lo que vi. Lo que dije. Lo que imaginé.
Y no muchas cosas son como yo lo querría.
No pensé en ello. Lloraban.
Los dejé.

Los recuerdos se me caen lentamente. Cuando me cargaste en tus brazos.
Cuando comía galletas en el auto. Cuando jugábamos en la escuela. Y nos castigaban juntos.
¿Recuerdas tú? Claro que lo recuerdas, claro que sí. Cerrabamos juntos los ojos, con las manos cerradas en puños. Y luego nos limpiábamos las lágrimas el uno al otro y fingíamos que no había pasado. Corríamos juntos, riendo. Y los otros niños que sí lloraban, nos veían con lágrimas en los ojos. Tenían envidia. Veo que creían que éramos especiales y que no nos hacían nada, por eso no llorábamos. Al menos no se equivocaban en algo, éramos especiales.

Y cuando te dejé, tenías lágrimas en los ojos. Pero no lloraste. Por que nosotros no llorábamos. Me tomaste de la mano tan fuerte y no derramaste ninguna lágrima. Y ahí te quedaste. Sosteniendo mi mano blanca. Hasta que tu mano quedó atrapada en la mía. Y tuvieron que venir varias personas a separarnos. Y cuando te quedaste sola en ese cuarto por que me llevaron quisiste llorar. Pero recordaste que yo no estaba para limpiarte las lágrimas. Así que sonreíste, respiraste y te fuiste.

Y cuando yo me fui, viste que ellos lloraban.
Y derramaste lágrimas pero de coraje. Por que sabes que no es lo que yo quiero.
Así que te secaste las lágrimas como yo lo habría hecho. Y te fuiste a encerrar y bailar con la música a todo volúmen. Nuestra música favorita.

Por que viste que todos ellos lloraban.
Cuando me fui.

viernes, 9 de abril de 2010

I know, she knows, that I'm not fond of asking...

- ¿Preguntas por qué? "¿Por qué?" Has suplicado. Pues claro que tú lo sabías, ella lo sabía, mis padres y los tuyos lo sabían, el pueblo entero lo sabía, incluso el bobo de la cremería.
¿Por qué? Me dices, y luego me miras como si no lo supieras cuando te vuelvo a hundir el filo. El liquiedo que brota ya no es tan tibia, lo sabes.
Me miraba, yo lo he dicho. Lo he gritado cuando me hizo falta. Me ha mirado a mi, y sin embargo tú te querdarías con ella.
"Sé que te ama" me has dicho. Sé que te ama, bah, tonterías. Por que igual no harás nada. ¿Sabes por qué? Por que lo prefieres. La quieres en tus brazos. Donde quizá ella sea más feliz. ¿Más feliz? ¡Que digo! Seré yo más feliz con ella en mis brazos.
Por eso, una vez más, saco la daga y la vuelvo a hundir. Es más difícil de lo que pensaba. Pero las luz sobre tu pecho hace que brille. Uhm, delicioso.
Ni te preocupes por mis lágrimas, como yo no  me preocupo por las tuyas. Ningunas significan nada. Y lo significan todo, por que son por ella. ¡Oh! Ya verás. Ya verás, quizá, cuando mueras.
Yo la quiero a ella, la amo. Claro que sí, ¡Sí señor! Y tu puedes irte a otro lado, donde no te la llevarás. Por que yo la quiero a ella.

Y tú lo has dicho, ella me quiere a mi.

miércoles, 7 de abril de 2010

Que habla y trata de todo lo que ha pasado ultimamente.

Bueno, no.
Es que si he querido platicarles muchas cosas. Así como dijo el Xenomorph (que si pongo mal el link discúlpenme, estoy temblando bien extrañamente, contrario a mis costumbres de beber café) que decía en mi cabeza "Huy, publicaré esto" pero luego se me iba el tiempo, la imaginación, las ganas y todo eso.
Y pues nomás por que hoy tenía las ganas les voy a platicar lo que me pasó, y me hizo reir mucho (pero no le digan a los demás, por que en circunstancias normales eso es raro, y sí, se me quedaron viendo feo... no importa pues, por que ya me acostumbré, pero tengo una resputación que cuidar... estúpida temblorina).

Verán, tengo una costumbre de ir al cine con mi madre (situación que les de mucho que pensar a favor de mamitis a varios) y revisando las funciones, teníamos unas 20 minutos para una función y 35 para otra en otro cine. De la misma película pues.

En fin, como salimos tarde, convencí a mi madre de mejor ir al otro cine (más cómodo y rico) por que ya había empezado desde hace 10 minutos la función.
Y partimos en rumbo al otro cine. Al llegar compré unos ricos nachos que mas tarde me produjeron náuseas (siempre lo hacen, pero tengo la mala costumbre de no importarme). Así que llegamos, compramos los boletos, los nachos, etecé etecé.
Y entramos al pasillo con el cine más vacío que nada por que también tenemos la mala costumbre de ir retemprano a ver películas. Amén de esto, vimos a un hombre salir de algún lado (que yo no me fijé) y entrar a otra sala (que pudo haber sido la nuestra, pero suelo fijarme en detalles estúpidos y nada útiles, como algo que brillaba en la pared alfombrada).
Entré, y solo había una pareja dentro. Dos mujeres, de edad indefinida gracias a mi miopía e incapacidad de ver en la oscuridad (que me recuerda a la vez que fui a ver alice in wonderland en estreno, y advertí a mis amigas de esto para que me hicieran señas cuando entrara yo; y terminaron gritando mi nombre... lo cual era raro, por la función en la que nos encontrábamos).

- Al menos no estamos solas.

Mencionó mi madre. Tiendo a darle el avión y registrar sus palabras pero no intentar entenderla.
Cuando me senté detrás (a dos filas) de las mujeres, registré que quizá eran de una edad menor o igual a la mía, por sus risillas de plebe.
En fin, me senté y comencé a comer mis nachos. Cuando como suelo no escuchar a nadie, así que mi madre pudo haber estado hablando. Quizá.
Luego entraron un grupo de muchachas-jóvenes-aseñoradas que reían como solteras con juventud y se sentaron detrás de nosotras. De nuevo, mi vista imperfecta = escucha perceptible.

Después de ellas (o antes quizá... ¡estaba comiendo!) entró un tipo que se sentó a un asiento del mio. Repito, la sala estaba medio sola, por eso me pareció bizarro que el tipo hiciera eso... y que entrara solo. "Muy su pedo" pensé yo. Pero mi madre y su "Piensa mal y acertarás" (y que generalmente acierta, damn!) insistió en que me cambiara de lugar. Pero como yo había calentado ya mi asiento y me había acomodado, preferí que no. Estaba vigilando al tipo, eso sí. De reojo. Veía su perfil en el shot vaporoso de la función. Viejo, se miraba. Pero vista imperfecta, yo solo registré leves detalles como vello facial (que pudo haber sido barba, bigote, cejotas [C-J's], extensas patillas, u otro) y edad avanzada.

En fin, mi mamá no le dejaba de aventar miradas asesinas, que yo ignoré por que seguía comiendo. Además, secretamente, me gusta mirar los anucios de otras películas (I know, just like a guy). Ella quería ver la película por que yo le había hablado de ella, yo, por que acababa de terminar el libro (hacía dos días) que me había comprado (hacía 5 días... ¿o cuatro?) en un lugar rebonito y caluroso con rico café mexicano (y vistas bellas de volcanes).
Y como el libro había estado ligero y medio aburrido (al puro estilo crepúsculo) (y la verdad ni me gustó del todo) supuse que las imágenes de la pelícua serían lindas. Estaba media fumada la idea, pero mal estructurada en el libro, a falta de adjetivos... Y pues en imágenes otro pedo, ¿no?

Poco antes de que saliera la película, el tipo se levantó y se salió de la sala. Entonces lo vi más raro. Mucho más raro. Pero equis, ya se había largado. La película estaba por empezar. Era de esas películas cursis hechas para mujeres con nada que hacer (tipo My sister's keeper), cuyo nombre de los amables huesos está medio loco en inglés, pero en español me da hueva. Por eso me gusta decir los nombres de las películas en inglés, son más bonitos o divertidos o cortos. Empezó la imágen de algo lindo. La película había empezado. Después entró un tipo y se sentó a un asiento de la pareja de niñas que estaban a un par de filas abajo de nosotras. Igual como se había sentado hacía unos minutos a un asiento de mi. Weird-o pensé. Y seguí en la película. Pero como a mi madre no hay quien la calle, siguió echándole tierra al hombre. En algún momento la callé por que me hartó. ¡Pam! Me azotó un zape. 

- ¡No me calles! ¿Ya es esa la película?
Entonces abrí la boca, enojada.
- No... te callo nomás por el placer de hacerlo. |

Me miró con ojos de pincheplebesarcástica y nos pusimos a mirar la película. A ciertos momentos seguía murmurando cosas del tipo. Yo comía y miraba. Y reía, por que me gusta leer los libros  y luego ver las películas y mencionar que tan malas/buenas eran. La verdad que la fidelidad de esta película al libro me gustó; era algo diferente, pero lindo. 

La película está decente, mezcla los tiempos del libro pero al menos lo hace bien.
Poco antes de llegar al... no sé, donde matan a la tipa en el meollo (que no es el climax, pero en la peli no pusieron el climax tan lindo como hubiese querido); la muchacha de adelante se levanta en chinga y mi mamá grita:

- ¿¡Qué?! 
- ¡Ese tipo se estaba tocando su cosa!

Lo sé, suena rechistoso. En fin, mi madre (como buena chirinolera que es) salió detrás del tipo, pero su persecusión duró poco. Así que me quedé con medio nacho en la boca sin moverme. Me habían arruinado la película, eso estaba seguro. "Ah, what the hell..." me dije a mi misma y salí de la sala. Mientras salía, una de las señoras-muchachas que estaban detrás, gritó:

- ¡Ay! ¡Los niños! ¡Rápido, ve por ellos!

Habían dejado a sus hijos en otra sala. Cuando mi madre regresó, al no haber alcanzado al tipo, nos encontramos todas (leáse, eramos puras mujeres...) en la puerta de la entrada a la sala.

- No pues vamos a decirle a la señorita.

Acordaron todas. Ya habían sacado a los niños de la otra sala, con su respectivo padre y cuidador. El gerente llegó en friega a preguntar. Todas, mujeres, imáginese usted, casi como un mercado en horas pico:

- Pues un señor, que se estaba a un lado de nosotras, se estaba masturbando...
- ¿Saben como venía, su aspecto?
- Pos venía de negro.
- Con camisa de vestir.
- Con bigote. Viejo ya.
- Andaba vagando de sala en sala. Y acá se sentó donde eran poquitas chamacas y mujeres todas.
- Mire la sala ya se quedó sola.
- Nosotras nomás vimos que le estaba haciendo así (fiel representación de una chaquetita pervertida).
- También entró a la otra sala, y nos vió a mi con mis dos niños, y a otro señor con sus dos hijos y mejor se salió.

El tipo tenía una cara de estar bien aturdido. Mientras yo pensaba en la película, lo que nos perdíamos. Fuck!
Luego, la ironía me vino a la mente, el tema de la película, el incidente reciente.
Sin darme cuenta, me estaba riendo. Hasta que una niña se me quedó viendo con cara de pinchelocarara¿quélepasa?
Todos de repente me vieron con cara de qué pedo.

- Ah perdón. Es que la ironía, la película y esto... jejeje...

Asíq eu regresaron a su discusión. Nadie quería regresar a la película, pero mi madre dió un paso adelante (y yo corrí, nomás por ver qué pasaba con la peli) y todas regresaron. Las pobres muchachas se sentaron agazapadas a un lado de mi, con miedo. Todas juntas, el frente femenino.
Al final, la película terminó siendo todo un fiaco, pues las partes que me gustaban fueron eliminadas en un tris. Medio libro al carajo. El novio de la hermana, la primera vez de la hermana, el casamiento de la hermana, la discusión del hermano, el "está muerta papá", el infarto, el affair con el poli, y por supuesto, la corta muerte de Ruth y el corto regreso de la protagonista.

Ya al final, con dolor de cabeza y náuseas, salimos todas. A seguir hablando del incidente. ¡Cómo somos las mujeres!

Así que ahora la película ni me supo, y me duele la cabeza, tengo náuseas, y no puedo dormir.

Fuck yeah!
Por México, el país donde en pleno s. XXI, la gente sigue yendo al cine a masturbarse.

sábado, 3 de abril de 2010

De otro tipo de avisos.

De esos que ni les importan.

He tenido mucho tiempo para pensar. Nada bueno para mi.
Verán, se trata de que no sé de nada.

A ver, todo empezó con las vacaciones. Generalmente me ponen en un humor nada agraciado.
Después, un poco de la observación. De lo peor.

¿Qué carajos les sucede a las personas?

Desde que nací, era evidente que observaba. Mis ojos, abiertos desde un principio, nadaban por los alrededores, buscando. Registrando.
Se me hizo algo normal eso de estar "en los zapatos de los demás". Ver en todas las direcciones. Simpatía, que le dicen. Escuchar todas las versiones.

Así que me cuesta trabajo aceptar que eso no entra en la cabeza de la mayoría de las personas. De verdad, y luego "Es que nos peleamos otra vez..." "Es que no es mi problema, es de él" "Lo que pasa es que es una idiota" "Es que no me entiende"...
Carajo, que estrés. No comprender que observar detenidamente por unos minutos salva vidas es simplemente algo increíble para mi.

En una visita rápida, me recordó mucho a mi una pequeña nena.
Tan maleable su pequeña mente...

En fin...
Solo me preguntaba por que somos así todas las personas. No le encuentro sentido a nada. Ni a mi misma.

Ahora, solo nomás por que sí, datos curiosos:

  • Las dos coletas son divertidas. Ser feliz es lindo. Ser estúpido es lindo.
  • Jeannette es una bruja tierna. Es feliz y su vestido es lindo. Tiene una varita y grandes coletas azules. Es feliz.
  • Quiero un borrego.
  • ¿Saben que es más divertido que "chowder"? Clam chowder. Ambas me dan asco, pero siguen siendo divertidas.
  • Si te dan elegir entre lo seguro y nuevo, y lo inseguro que querías desde hace mucho... Elige Alemania. Siempre.
  • Me cansé de leer. Así que de ahora en adelante: Rius y Quino son bienvenidos.
  • "Las mujeres queremos un caballero en la mesa... y un pervertido en la cama, ¿dudas?"
  • Debo dejar de leer comics, debo de...
  • Me duele la cabeza.
Mucha palabrería. Me voy a deprimirme a otro lado.