martes, 27 de diciembre de 2016

Rochester

Oh, long time no see!  Ya sé que hace demasiado tiempo ignoro estos tristes parajes. La vida se volvió un desastre. Estudios en el extranjero, conocer un montón de gente que no se parece nada a mí, vivir en casa, ver a mis compañeros graduarse (¡algunos hasta titularse!), conseguir un trabajo, volverme a mudar... y lo que venía a contar: Rochester.

Para los que me conocen y/o me siguen en twitter, Rochester se volvió una presencia constante. Muy constante. Y para bajarme las ánimas, vine a contar toda nuestra historia.

Todo comenzó con el movimiento que llamaré "el engaño". Me volví momentaneamente en la amiga (uh-huh) de un amigo. Era diversión inocente y fue uno de mis mejores momentos. Un día me invita a beber con algunos de sus amigos (convenciéndome porque necesitaba ayuda con algo en lo que yo ya tenía experiencia) y uno de ellos era Rochester. Yo tenía muchas ganas de terminar rápido y regresar a casa, pero sus amigos eran muy divertidos: Rochester y el Extranjero. El Extranjero estaba muy centrado en su proyecto (en lo que necesitaban ayuda) -siempre ponía atención y valoraba lo que yo sugería- y Rochester estaba relativamente callado, entre ebrio y analizando todo lo que se decía, siendo muy puntual. Por debajo de la mesa, las manos de mi amigo paseaban una y otra vez. Hablamos de otras cosas, de música, de la escuela, yo comenzaba a estar un poco más alegre. Viví un nuevo mundo: gente que saludaba a todo el mundo, que eran realmente agradables con todos, que ofrecían oído, asiento y bebida incluso a la gente a quien yo le hubiera dado la espalda. Entramos en un nuevo tema, la educación, y empecé a hablar con mucho entusiasmo.

Para corte comercial, sí, comencé a dedicarme a la educación, me siento muy cómoda en esa especialidad, y a veces me siento como si hubiera encontrado mi vocación. Hablo desde hace año y medio y desde entonces y varias experiencias sigo convencida de lo mismo. Es muy emocionante.

Rochester entonces me vio con ojos muy grandes y me empezó a preguntar de todo al respecto. El Extranjero puntualizó: "Ah, Rochester, eso es lo tuyo." 
Probablemente había notado cierto algo y el pobre había intentado ser el mejor wingman para su amigo. 

Rochester me explicó que tenía un master en educación, en uno de los países reconocidos por su política educativa. He just had me there and then. 

Charlamos muchísimo y al final de la noche mi amigo me propuso irnos o continuar bebiendo con los amigos. Decidí seguir bebiendo. El Extranjero partió y nos quedamos los tres y un par de sus amigas que se habían unido.

En el siguiente bar, Rochester admitió que yo le gustaba. He was quite drunk.

Al regresar a casa, mi amigo me preguntó si habría posibilidad de que él a mí me gustara. Honestamente creí que no, primero porque no me había sentido atraída a él (excepto cuando habló de educación because damn, that's my kink) y segundo porque por el momento yo estaba bien teniendo relaciones casuales con gente que ya conocía. Me dijo que le había causado un poco de celos. So that changed me. Es como cuando no quieres pastel pero te dicen "no te comas ese pastel maldita sea" así que ahora necesitas ese pastel. I AM A FREE WOMAN, I WILL FUCK WHOEVER I WANT TO FUCK WHEN I FEEL LIKE IT. 

Al día siguiente nos vimos otra vez. Había un curso obligatorio para TODA la escuela, así que obviamente yo acudí al taller que estaba en el pequeño salón de al lado. Me encontré a mi amigo y a Rochester, los invité a mi taller, y acudieron. Charlamos un largo rato.
Al día siguiente volvieron a asistir al taller. Rochester me dijo si quería ir por un café en el descanso, y desgraciadamente no podía, debía entregar unos libros. Rochester me acompañó a la biblioteca y LUEGO me invitó el café. I was all his by that moment. It was also a damn good coffee. Cuando regresamos al taller, Rochester me pidió mi número de teléfono. Quiso invitarme a salir pero yo ya tenía planes. Le dije que quizá después, que me llamara. 

HE DID NOT CALL. 

Se tomó sus pinches tres días (como la regla de los hombres) para llamarme. Mi amigo me advirtió "he's playing with you" pero yo ya estaba bien ganada para ese momento. Para desgracia de Rochester había yo salido de la ciudad y tuvo que esperar dos semanas para verme. En el momento en que regresé me pidió salir a beber. Era entre amigos pero su mano no esperó para... pasearse en mi pierna. Nunca un hombre había hecho eso conmigo. Fue una noche genial y me divertí mucho. Adoré a sus amigos. Al final estaba muy ebria para hacer nada, tomé un taxi y me fui. 

Después me invitó una cerveza. Era un bar arrinconado, semiescondido, pero acudí. Hablamos. Mucho. Después le dije que debía irme, cosa que no hubiera sugerido si el bar no nos hubiera cerrado y yo todavía alcanzara a tomar mi camión. Me retuvo en el callejón, me puso frente a él, contra la pared.
Me dijo que se había pasado una excelente tarde conmigo. Me dijo si podía besarme.
Again, ningún hombre me había pedido permiso así para besarme. Porque cuando le dije que sí, me tomó como si no lo hubiera hecho y me besó, a la fuerza, pero con mucha ternura... EN LA MEJILLA. Y luego en la otra. Y luego más. Luego la barbilla. Y entonces se dignó a posarse sobre mis labios. WEIRDEST FIRST KISS EVER. Pero fue muy lindo. Supongo que debería caracterizarlo, tanta ternura.

Eso fue todo esa noche. Esa misma semana me invitó a ver una película. Nos vimos en el centro y... caminamos a su casa. No esperaba que la pelícuela fuera en su casa pero desde ese momento comprendí que debí haberme puesto mejor ropa interior. O al menos evitado las medias. O quizá debí rasurarme. Oh damn.

Aún así charlamos un muy largo rato. Creo que estaba asustada, me sentía vulnerable. ¿Y si no me sentía cómoda? ¿Y si no me agradaba? Pero eso no pasó. Me di cuenta de que él estaba igual de nervioso que yo. También quería que yo me sintiera cómoda, segura y consiente. Fue muy lento, muy muy lento, y me hizo sentir bastante apreciada y querida. He held me for a long long time. Tampoco estaba acostumbrada a eso.

Continuamos así un par de semanas. Más adelante me vi obligada a confesarle que estaba enamorada de él, que no esperaba que eso pasara y que no significada nada, pero que quería que lo supiera. Él me dijo que sólo quería que las cosas sucedieran, sin expectativas y sin nada del uno o del otro. Que todo fuera sencillo, simple, y que mantuviera esa sensación de hacernos muy felices mutuamente. O algo así. He might've been drunk. Le dije que eso también quería yo. Así que seguimos.

El bastardo más tarde me confesó que tenía novia. Que bueno no era su novia novia que empezó más bien como lo nuestro pero que siguió por un tiempo y que pues no sé y así pero ahora la relación era complicada y que debía terminar porque ella debía partir y blablabla. Le dije que no era mi primer rodeo y que allá él con sus pedos. 

Su novia, btw, tenía unos senos exquisitos. Pero esa es historia para otro día.

Luego vinieron las vacaciones. Nos despedimos, le conté de mis planes y que eran geniales y así. Más tarde decidió visitarme. Le negué tenerme, le dije que no quería and that was that. Taught him some. Comprendió. Pero me dijo que me quería. Just like that. Dos meses o tres o yo qué sé and he dropped the bomb. Lo ignoré un ratito pero más adelante siguió lanzando casualmente el te quiero. 

Así que obvio mi respuesta fue buscar otra relación. Simultanea. Porque YOLO. 

Seguimos adelante y un día me cuenta que qué ganas le dan de irse a una estancia y blablablá. Y yo digo POS ME VOY TAMBIÉN. Así de la nada hicimos planes para alejarnos el uno del otro. Mientras tanto me di cuenta de que yo también lo quería y de lo fácil que podía ser para él lastimarme. Por primera vez lloré por una relación. 

Me costó mucho irme. Dejar muchas cosas. Pero a él no me costó mucho dejarlo. Vino a despedirse de mí. Me advirtió que me buscaría a su regreso.

Esos seis meses seguimos en mucho contacto. Fue mi más grande apoyo para continuar, para no romper en llanto. Me daba mucha envidia la forma en que él salió y cumplió sus sueños sin pensar en muchas personas que le querían. Una de las cosas más grandes que me ha enseñado es que yo también puedo. (Ya que leo eso pues suena horrible pero no se dejen llevar por el cliché, dejar el amor por los sueños también es bien pinche válido)

Cuando regresé, en la soledad, tuve una oportunidad de volver a salir con mi amigo. Así que lo hice. Fue una mala decisión. Tuve un mal rato. Supongo que me acostumbré al buen trato (¿y quién me culpa?). 

A Rochester no le agradó nada. CUT TO THE WORST FIGHT-DRAMA TO EVER EXIST IN PEOPLE WHO ARE ACTUALLY NOT EVEN IN A FORMAL RELATIONSHIP. 

De ahí aprendí cómo funciona el perseguir otros sueños por sobre el amor. Aprendí un par de cosas sobre las relaciones. Aprendí un montón sobre el valor de la honestidad y el respeto. Y Rochester aprendió sobre comunicación. He understood he could hold nothing against me. Y pos yo me disculpé, y así, y etcétera.

Tres días después de su regreso, nos encontramos. Nos dijimos que nos queríamos. Hablamos sobre lo nuestro y BAM, nos hicimos una relación. Al principio sólo formalizamos pero continuamos con los mismos términos. Luego le pregunté que no se veía tan conforme que si quería algo más que lo dijera. Casi le tuve que leer la mente para que me dijera que lo que quería era exclusividad. DUDE, JUST SAY IT, GODDAMMIT. 

Así que sí, creamos una relación común y corriente de la relación menos común. Hoy en día somos en realidad una pareja muy aburrida. No ayuda que mi trabajo fuera muy muy común (lo bueno es que ya lo perdí así que puedo volver a tener mucho tiempo y ser pobre). Nos apoyamos, nos amamos, probamos cosas nuevas, hablamos de cosas que quizá no hablaríamos con cualquiera. Vemos un futuro entre nosotros, o algo así, no sé, estoy chava, qué hueva. De hecho, cuando hablamos de lo que quizá venga, no coincidimos mucho. O nada, más bien nada. 

Realmente no somos tal para cual. Es tan diferente de mí como se puede ser y caerme más o menos bien al mismo tiempo. Nunca había peleado tanto con alguien que no fuera mi familia, y que fuera tan honesto como mi familia. Que te digan tus fallas es bien pinche doloroso, y, carajo, que he sentido dolor estos cinco meses. Es como cuando eres chica y tus papás te dicen "nunca termines con un hombre así" y vas y terminas con un hombre así que además ronca cuando duerme. Bebe en exceso, consume drogas, es mayor, es violento y se besa con un montón de gente cuando tiene la oportunidad. No sabe qué hacer con el resto de su vida, lo cual es preocupante en gente de su edad (cosa que voy a dejar de juzgar considerando que voy bien derechito para el mismo lado). 

Y sin embargo es dulce, se preocupa por las personas, tiene un gran corazón para sus amigos, siempre intenta ser incluyente con todos, es muy inteligente, es generoso, tiene una mirada realista y bizarra frente a la vida. Además tiene un gran respeto por su trabajo, lo cual es difícil hoy en día. 

De repente me encuentro en una edad en la que ya no sé si puedo o no darme el lujo de jugar con mis relaciones, de si quiero o no un futuro con alguien. Ya no tengo diez años y ser soltera por siempre no me parece muy realista (aunque increíblemente deseable). No sé realmente qué quiero para mi vida con otra persona y todo en mi cabeza es un desmadre.

Lo interesante es que ya sé que puedo decir que al menos en mi corazón (cliché like that) todo está claro. Y todo está en paz. 

No muchos pueden tener eso, y estoy agradecida, y disfruto lo que pueda porque sé que en cualquier momento puedo dejar de tenerlo y entonces lo demás se me olvida. Me concentro en la felicidad de ahora mismo. 

And that's how Rochester and I met.