jueves, 4 de septiembre de 2014

El arquitecto del mundo

Existe una teoría -no me voy a molestar en buscarla- que dice que solamente somos los pensamientos, es decir, la creación de una persona. Que solamente somos un figmento de la imaginación de esa persona.

Esta persona, como creador de todo, sería Dios. La razón de nuestra existencia. 

Al mismo tiempo, sé que muchas veces nuestro cerebro (nuestro pensamiento, nuestra imaginación, nuestra consciencia...) hace cosas que están fuera de nuestro control. A veces tienes reflejos involuntarios, a veces el hombre de tu imaginación cae por un hueco que no previste y muere, a veces los sueños se convierten en pesadillas. 

Según lo anterior, nosotros hemos ganado a Dios. Hemos comenzado a crearnos y manipularnos a nosotros mismos. Nosotros somos Dios, que controlamos a nuestro propio creador. Podemos movernos libremente, sin pensar en que alguien pueda estar creando destinos y repartiéndolos al mejor postor.

Y, lo peor, la teoría suena probable.