sábado, 31 de octubre de 2009

Hallowed be thee day.

Se supone que es Halloween... Pero resulta que yo no lo festejo. Al menos no desde hace 4 años. Podría pasar como una diabetica celosa.

Pero tendré que hablar de él por un momento.
Verán, fui a cenar (por que me dieron ganas) y pedí unas enchiladas. No estaban tan ricas pero el café estuvo como para morirse. Era un muy buen café, un poco frío pero bueno.

En fin, pasaron los típicos niños "Queremos Halloween" con el "es una cenaduria, deben tener dulces". Agh, no recuerdo haber sido tan mamona, y tan cretina y necesitada de dulces. O quizá sí, era una nena bien pinche por estar en un kindersillo fresa.... uhm.... (flashback)(música de flashback)

Volvamos a mis Halloweens pasados.
Recuerdo el disfraz que me vi obligada a usar un chingo de veces ya que careciamos de dinero y que no crecí absolutamente nada de los 3 a los 6 años.  Era una bata negra con el dibujo de una brujita linda. Ah, que buenos tiempos. ¿Mamá, por qué no tuve otro disfraz?

¡Si tuviste! ¡Uno naranja!... Ah de calabaza, si. ¡Claro que no! Era de Citlali -mi hermana- y me lo pasaron. (Cara de ¡carajo! ¡Se acordó!)
Oh!! ¿Recuerdan esa vez en que una vecina olvidó comprar dulces, puso cara de ¡Ya chingué a mi madre! (traimos carteras de huevos en las manos), dijo esperenme tantito, corrió dentro de la casa, sonaron ruidos metalicos extraños, pasó un chingo de tiempo, y cuando nos dispusimos a largarnos salió con una gran charola llena de jicama con limón? Uhm, yummi.
Y salíamos en grupitos, la Christi, el Héctor, Edith y Carmelita... y otros weyes de cuyo nombre no me acuerdo. Eran buenos tiempos.
aaah!! ¿Recuerdan cuando nos colábamos en Las Plazas a que nos dieran dulces? Y no solo era un dulcecito pitero, eran bolsitas llenas de dulces. Hasta pedíamos prestado disfraz, chale, que jodonas y gorronas erámos. Recuerdo un disfraz raro con un gasparin al frente, ¿Qué onda? Yo siempre odié a Gasparin, ¿Para qué quiero un fantasma amigable? Prefiero un Nearly Headless Nick...

Oh, claro, y mi úlitmo disfraz, como olvidarlo. Mi madre iba a una fiesta, y sin preguntarme, decidió arrastrarme con ella. Era de disfraces. Decidió mandarlo a hacer.... Como ya es blanca, decidió hacer uno de Morticia... y para completar, yo sería Wednesday (Merlina, pero me encanta el nombre Miércoles, suena más lindo). Bueno, solo compramos las pelucas -cabello extremadamente largo y un par de trenzas- y el maquillaje y ya estufas. Lo completé con mi uniforme escolar -calcetas blancas largas y zapatos negros- y mi madre ... no recuerdo. En fin. Llegamos a la barda, y todo mundo voltea a nuestra dirección. Absolutamente nadie nnos reconoce. Nos sentamos y todos nos miran raro -¡Ese par de coladas ¿Quién carajos son?!- y llega la festejada (la pobre cumple años este día):

-¡Alicia! ¡No te reconocí! y ¡oh! ¡Alicia! (no mames, casi se rompen el craneo pensando en el nombre que me iban a poner) ¡Sí se parece!

"¿Sí me parezco? Chinga a tu madre" Pienso. Soy callada, tímida, sarcástica y de vez en cuando se me sale un poco de humor negro, pero igual no puedo evitar poner cara de vete mucho al carajo a sobarle la cola al diablo (que es un wei que está por allá parado, es una fiesta de disfraces...), lo cual me hace entrar más en personaje.

Creo que usé ese disfraz como 3 veces, le exprimí todos los usos que pude. Era un disfraz genial.

Pero ya terminé con eso, ya ni como azucar. Ahora hago altares de muertos todos los años. Mañana comenzaré con el de este año. Me encanta pensar que los muertos realmente vienen a comer y se hacen una pachangota (digo, en Michoacán debe ser como lo que solía ser el Cervantino para los vivos). Alcohol, azucar, pan, coca (cola, mal pensados), fruta, dulces, mole, arrocito... Además, en primaria una maestra me contó una historia que realmente me traumó:

Se trataba de un señor que le decía a su esposa que era una tonteria hacer eso, que era una mentira, que los muertos no venian... Y la esposa fielmente ponia su altar todos los años, y todos los años el señor se burlaba de la pobre. Y un día, la mujer se muere. Cuando llega el día de muertos, una vecina le sugiere que ponga un altar para su esposa -que en paz descanse-. Pero el sigue insistiendo que eso es una mentira y que si le va a poner una ofrenda, sería una varita de ocote y un vaso de agua.
La noche del 2do de noviembre, el hombre sale tarde a la tienda (o sale tarde del bar??.... no recuerdo, usen la version que más les guste) y ve un grupo de gente que va bailando y comiendo y... bueno, va en un pachangón. El maldice por lo bajo (supongo, la vdd, yo lo haría, por envidia), y entre la gente, ve una mujer. Una mujer muy parecida a su esposa. Se le queda viendo un rato... ¿Qué es lo que trae en sus manos? Parece... Es, una varita de ocote y un pequeños vaso de agua... La mujer se ve miserable.
El hombre, desde entonces, ponía las mejores y más grandes ofrendas en los más bellos altares que ese pueblo pudo conocer.

Y sí, es más lindo creer todo eso sobre la muerte, ¿no?. Para mi sí. Si me queda bonito, le tomo una foto y la publico, sino... pues no. Jajaja.

¿Qué es lo que tienen la flores, llorona, las flores del camposanto?
Que cuando las mueve el viento, llorona, parece que están llorando.
allizzia

Tut tut.


2 comentarios:

»»®€ђųץ™«« dijo...

Tapabe cod tu reboso lloroda por que be (tss tss) muero de frio. Lo siento, ese comercial les salió bien.

Ahh recuerdo bien cuando iba a pedir halloween, sii un día no tenía disfraz (traducción: estaba roto, no me quedaba o de plano lo había perdido) entonces, mi madre me vendó todo y salí de momia jajaja y un día de plano salí sin disfraz y me dijeron:
-"Tu qué eres?"
-"me atropellaron rumbo a la tienda :D"

Si... esos tiempos eran geniales, y luego... ahora soy yo el que da dulcecitos a los niños de mi privada, que triste...

bueno, feliz "noche de brujas" tio!

Alicia L. dijo...

Los de vendas nunca fallan, tienes razón. Mi hermana también salió así. Jaja... en la deportiva tamb llegaban escuincles sin disfraz pero al menos tenían mayo imaginación, compraban 5 pesos de harina y se la ponian en la cara.
Era chistoso.