Ella volaba por las calles, caminaba según el viento. Lo hacía con lágrimas en los ojos, que el aire secaba muy rápidamente.
Cuando llegaba, se reía muy fuerte y abrazaba a todos.
Le miraba a los ojos, y le decía con dulce voz:
"Te amo... te amo, te amo mucho, te amo."
Y la dulzura que destilaba de cada uno de sus poros convencía a cualquiera.
La amaban de regreso.
Cantaba a todo pulmón por los lugares que recorría sola, bailaba también. Le daba vueltas a los postes de luz...
Y llegaba a casa. Silencia, sola.
Por lo general se sentaba a beber.
Pero hoy decidió festejar su tristeza en grande.
Hoy tomó tomó una hojilla delgadita.
La paseó por su piel.
Y el dolor fue tanta alegría que la sangre -limpia, brillante- salió a felicitarla.
Al día siguiente, se quitó las lágrimas secas y salió a sonreir.
A cantar a gritos y bailar por la calle.
Sabía que en la noche le aguardaría un nuevo juego.
4 comentarios:
Un placer sordido y vulnerable.
Dark angel
Que loco...
Wait, no... si, que loco...
Me reflejé...
Y las sábanas con sangre seca.
I like it.
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