Estaba leyendo, hace unos minutos, una lista de las cosas que hacen las personas "emocionalmente fuertes" porque tengo la soberbia de pensar que soy emocionalmente fuerte y me lo quise comprobar. En el punto 4 recordé que detesto leer esas cosas y cerre la lista después de leer "They don't compare other people's journey to theirs."
Sinceramente no leí ni me interesa saber a que se refiere pero recordé lo que hace rato acababa de contar acerca de comparaciones y que ahora les relataré porque es mi blog y puedo.
Cuando era niña solía tomar clases de natación en una escuela que tenía una escala de niveles. Cuando entré estaba en los niveles medios y como era una loca competitiva (estilo Monica de Friends) y además una ñoña (así, como Monica de Friends) ponía un chingo de atención y echaba chingos de ganas para llegar al último nivel, que era el nivel Delfín.
Ah, sí, para darte niveles te entregaban una medallita de tela que cosías en tu gorra, cosa que nunca hice porque mis gorras siempre eran de hule. Creo que el primero era una estrella de mar. Entre los últimos había un caballito de mar, un pez espada y, claro, el delfín.
Alcancé la mayoría de mis objetivos cuando pasé de lo ancho de la alberca hacia lo largo, allí sólo faltaban dos niveles más.
(A partir de allí tuve otra motivación, pero finjamos que era el de ser bien pinche competitiva porque es otra historia que estoy dispuesta a guardarme celosamente)
Allí conocí a niñas un poco más de mi edad (la mayoría éramos mujeres, no sé por qué) y comencé a hacer amistad con ellas. Desgraciadamente, durante esa etapa de mi vida sufrí un shock cultural. Mi primaria era una escuela pública, y mis hermanas también estudiaban en escuela pública. Vivíamos en una colonia donde TODOS asistían a las mismas escuelas públicas (léase, en la primaria a la que yo asistía, y en la secundaria a la que mis hermanas asistían... más OTRA secundaria pública). Y durante las tardes tomaba clases de inglés con gente ñoña y fresa de colegio, y natación con otra gente ñoña y fresa de colegio.
De todas maneras tuve la gracia de encontrarme con niñas que eran muy buena onda y que no me parecían mamonas (porque me acababa de convertir en una snob de la mamonez después de dejar de ser mamona yo misma).
Aquí es donde conocí a una niña que yo realmente adoraba, era muy divertida y nos la pasábamos riendo del mundo. Eso sí, ella era alrededor de tres años más chica que yo. Me la pasaba muy a gusto y todo hasta que...
¡ella pasó de nivel!
Así que mi Monica interior se encabronó. ¿¡Cómo podía pasar de nivel una mocosa tres años menor que yo!? TERRIBLE.
Lo peor es que estaba estancada en el nivel porque, y ya siendo bien sincera, soy un asco nadando. Al menos en el aspecto de la velocidad, un pez diminuto con una sola aleta nadaría muchísimo más rápido que yo, incluso sin haber corriente dentro del agua (porque los peces nadan aprovechando la corriente, supongo que todos ustedes saben eso).
Pues sí, allí me tienes entrándole bien pinche duro a la natación para pasar de nivel (sí, les recuerdo que también tenía OTRA motivación) y también para alejarme del culero amigo ese de mi hermana que le ayudaba al profesor y que siempre (BUENO, DOS VECES INOLVIDABLES) intentaba ahogarme (OJALÁ SEPA QUE NO ERA DIVERTIDO). Al menos yo lo pateaba cada vez que nadaba pecho (accidentalmente, LO JURO).
Y eventualmente pasé de nivel, creo que les di lástima... junto con la hermana de esa misma niña que me caía de perlas. La desgracia es que parecía que su hermana odiaba nadar, y siempre tenía cara de asco, y era mamona, y la verdad es que me caía muy mal. Creo que arruinó mi pequeña amistad con la otra chava.
Olvido decir que entre las dos nos dedicábamos a joder a nuestro nuevo profesor...
Pero esa es otra historia que guardaré celosamente.
El punto de esta historia fue decir que yo no soy emocionalmente fuerte, aunque ahora intento no compararme con nadie, al menos académica y laboralmente. A veces me sale solito, pero como de todos modos ni puedo ser mejor pues ya intento no intentarlo. Eso se me acabó como desde tercero de secundaria y el primer semestre de prepa. Soy bien chida como soy, ni pedo que no sea suficiente.
En unos días, espero regresar a natación. Deseenme suerte.
1 comentario:
Suerte.
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