No me interesa a belleza. No me interesa el amor. No quiero saber de la naturaleza, ni la procreación ni el placer ni la desvergüenza.
Soy pecado, como Eva, y espero pronto saberlo todo.
No quiero caminar libre por el mundo. No quiero gustos ni paraísos. Sobrevivir no es lo importante.
Lo que quiero es morder el dulce jugo de la verdad.
Aunque sea terrible, aunque me condene.
Soy pecado.
Lo que busco no lo tengo. Aún.
lunes, 23 de junio de 2014
domingo, 22 de junio de 2014
What emotionally strong people do
Estaba leyendo, hace unos minutos, una lista de las cosas que hacen las personas "emocionalmente fuertes" porque tengo la soberbia de pensar que soy emocionalmente fuerte y me lo quise comprobar. En el punto 4 recordé que detesto leer esas cosas y cerre la lista después de leer "They don't compare other people's journey to theirs."
Sinceramente no leí ni me interesa saber a que se refiere pero recordé lo que hace rato acababa de contar acerca de comparaciones y que ahora les relataré porque es mi blog y puedo.
Cuando era niña solía tomar clases de natación en una escuela que tenía una escala de niveles. Cuando entré estaba en los niveles medios y como era una loca competitiva (estilo Monica de Friends) y además una ñoña (así, como Monica de Friends) ponía un chingo de atención y echaba chingos de ganas para llegar al último nivel, que era el nivel Delfín.
Ah, sí, para darte niveles te entregaban una medallita de tela que cosías en tu gorra, cosa que nunca hice porque mis gorras siempre eran de hule. Creo que el primero era una estrella de mar. Entre los últimos había un caballito de mar, un pez espada y, claro, el delfín.
Alcancé la mayoría de mis objetivos cuando pasé de lo ancho de la alberca hacia lo largo, allí sólo faltaban dos niveles más.
(A partir de allí tuve otra motivación, pero finjamos que era el de ser bien pinche competitiva porque es otra historia que estoy dispuesta a guardarme celosamente)
Allí conocí a niñas un poco más de mi edad (la mayoría éramos mujeres, no sé por qué) y comencé a hacer amistad con ellas. Desgraciadamente, durante esa etapa de mi vida sufrí un shock cultural. Mi primaria era una escuela pública, y mis hermanas también estudiaban en escuela pública. Vivíamos en una colonia donde TODOS asistían a las mismas escuelas públicas (léase, en la primaria a la que yo asistía, y en la secundaria a la que mis hermanas asistían... más OTRA secundaria pública). Y durante las tardes tomaba clases de inglés con gente ñoña y fresa de colegio, y natación con otra gente ñoña y fresa de colegio.
De todas maneras tuve la gracia de encontrarme con niñas que eran muy buena onda y que no me parecían mamonas (porque me acababa de convertir en una snob de la mamonez después de dejar de ser mamona yo misma).
Aquí es donde conocí a una niña que yo realmente adoraba, era muy divertida y nos la pasábamos riendo del mundo. Eso sí, ella era alrededor de tres años más chica que yo. Me la pasaba muy a gusto y todo hasta que...
¡ella pasó de nivel!
Así que mi Monica interior se encabronó. ¿¡Cómo podía pasar de nivel una mocosa tres años menor que yo!? TERRIBLE.
Lo peor es que estaba estancada en el nivel porque, y ya siendo bien sincera, soy un asco nadando. Al menos en el aspecto de la velocidad, un pez diminuto con una sola aleta nadaría muchísimo más rápido que yo, incluso sin haber corriente dentro del agua (porque los peces nadan aprovechando la corriente, supongo que todos ustedes saben eso).
Pues sí, allí me tienes entrándole bien pinche duro a la natación para pasar de nivel (sí, les recuerdo que también tenía OTRA motivación) y también para alejarme del culero amigo ese de mi hermana que le ayudaba al profesor y que siempre (BUENO, DOS VECES INOLVIDABLES) intentaba ahogarme (OJALÁ SEPA QUE NO ERA DIVERTIDO). Al menos yo lo pateaba cada vez que nadaba pecho (accidentalmente, LO JURO).
Y eventualmente pasé de nivel, creo que les di lástima... junto con la hermana de esa misma niña que me caía de perlas. La desgracia es que parecía que su hermana odiaba nadar, y siempre tenía cara de asco, y era mamona, y la verdad es que me caía muy mal. Creo que arruinó mi pequeña amistad con la otra chava.
Olvido decir que entre las dos nos dedicábamos a joder a nuestro nuevo profesor...
Pero esa es otra historia que guardaré celosamente.
El punto de esta historia fue decir que yo no soy emocionalmente fuerte, aunque ahora intento no compararme con nadie, al menos académica y laboralmente. A veces me sale solito, pero como de todos modos ni puedo ser mejor pues ya intento no intentarlo. Eso se me acabó como desde tercero de secundaria y el primer semestre de prepa. Soy bien chida como soy, ni pedo que no sea suficiente.
En unos días, espero regresar a natación. Deseenme suerte.
martes, 17 de junio de 2014
Testimonio
So, to be honest, I've never regretted many things. I don't think anything was a really big mistake. Shit happens, yea, but I think I can manage with all those little fuckups.
I would die tomorrow, I really would. Yes, I have so many plans and so many things to see and people to fall in love with. I don't mind. I had a nice life. I never regretted many things. A year ago, I was prepared to die.
I had so many things, so many people to take care of, still, I wanted to die. I got up, I did some, I talked, I sang, I even danced sometimes. Deep down, I really wanted to be gone.
Now it's so different. I made some decisions I deemed important. I tried to think up, pretend more, put some color on the face, have a little iniciative. Nobody caught up on me, I think.
Truth is I stopped to see what was really to be done. And I don't really know it. I just want to want something that I will grasp it so hard and feel like it should never go, and it grasping me too. I felt like dying but now i feel like there's something impossible I need to discover.
Impossible.
And it is such a hard task to even begin.
I would die tomorrow, I really would. Yes, I have so many plans and so many things to see and people to fall in love with. I don't mind. I had a nice life. I never regretted many things. A year ago, I was prepared to die.
I had so many things, so many people to take care of, still, I wanted to die. I got up, I did some, I talked, I sang, I even danced sometimes. Deep down, I really wanted to be gone.
Now it's so different. I made some decisions I deemed important. I tried to think up, pretend more, put some color on the face, have a little iniciative. Nobody caught up on me, I think.
Truth is I stopped to see what was really to be done. And I don't really know it. I just want to want something that I will grasp it so hard and feel like it should never go, and it grasping me too. I felt like dying but now i feel like there's something impossible I need to discover.
Impossible.
And it is such a hard task to even begin.
domingo, 8 de junio de 2014
Maleficent
Hoy vi, por segunda vez, la película de Maléfica. Creo que ya he dicho lo mucho que detesto las películas de Disney (que son sólo de Disney, no con otra productora). Pero Maléfica tenía un tinte oscuro, risas malvadas y Angelina Jolie en un maquillaje bastante interesante... y pues fui.
Fue una muy buena decisión y lo diré: AMÉ MALÉFICA.
Sinceramente estoy muy pinche feliz de que por fin haya una película que es -relativamente- para niños (no lleven niños menores de 7-8 años porque hay cosas un poco impresionantes y nada más molestarán a la gente como yo que inocentemente va al cine a no escuchar humanitos) que muestra una mujer que sólo necesita el amor de un príncipe para resolver todos sus problemas.
Hell, hasta pasa el Bechdel Test muy fácilmente. En realidad, la única "historia romántica" es la de Maléfica con Stefan, y Maléfica no tarda mucho en mandar a Stefan a la chingada. Es más, la misma narradora advierte que Maléfica aprende, gracias a Stefan, que los humanos somos unos desgraciados hijos de puta.
Maléfica es un ser muy independiente. Cuando le quitan algo importante (leáse, sus alas y la confianza que tenía en los demás) le duele mucho y así, pero se levanta y aprende a seguir viviendo. No muchos personajes femeninos hacen eso por su cuenta, al menos no en Disney.
¿Saben qué más hace Maléfica? Admite que la cagó e intenta deshacer su error. Aunque creo que probablemente hubiera sido mucho mejor ir con Aurora y decirle toda la neta (quesque ya era un adulto, la muchachita), a lo mejor la niña se hubiera encabronado pero luego lo hubiera superado.
Además, Maléfica trata muy bien no sólo a sus semejantes, sino a todo. Like, TODO. Salva animalitos indefensos, cuida a los seres del Moor -hasta psicológicamente-, protege hasta las piedras. Lo que sí me sacó de onda es su -uh- ¿cofia? de piel, su traje de hojas y corteza, y ese pájaro muerto (o algo así) que usa sobre la cabeza al final de la película. ESO es extraño.
Algo que definitivamente me encantó de Maléfica es su forma de expresar su odio. A todas las niñas nos enseñan a embotellarnos los sentimientos, a vernos bonitas, a no llorar, a no enojarnos. Maléfica tenía TODAS las pinches razones del mundo para estar enojada: confió en un tipo que le cortó sus alas (metafórico o no, creo que ambas), un tipo que decidió lastimarla terriblemente nada más para ser rey y casarse con la buenota de la princesa. Okay, creo que se pasó un poco al encabronarse porque su ex acababa de tener una hija, y se pasó demasiado al desquitarse con la hija del tipo que odiaba. Además, fue y se puso toda grumpy con el clima del Moor y jodió a los habitantes mágicos DURANTE 15 AÑOS. Eso no está chido, ni en las películas. Ni modo, cuando andamos enojados hacemos muchas pendejadas.
Pero no, también está Aurora. Sí, Aurora está medio pendejis pero está chava todavía. Cuando Aurora se da cuenta que todos le mienten y que la vida no es como la creía... correo con su papi. Hey, no la culpo, seguramente yo correría con mi mamá. Para desgracia de Aurora, su padre está medio loco y la neta es que probablemente la hizo sin amor, seguro fue un polvo para consumar el matrimonio y asegurar el reino. Aurora lo abraza y le dice ¡Papi! y papá le dice que se vaya a su cuarto a jugar porque él tiene cosas de loquito qué hacer. Yes, por fin nos muestran que intentar confiar en los hombres -incluso cuando son tu familia- a veces falla. Aurora se da cuenta bien rápido que los únicos que le van a echar la mano son Maléfica -aunque la haya cagado hace mucho tiempo- y el cuervo, que es bien lindo.
Y luego está el principe Felipe que en la película nomás sirve para nada y para pura madre. Lo muestran muy cortés y muy príncipe, sí... pero también bastante bobito: "Me apena mucho decir que no sé dónde me encuentro", "¿entonces es un encanto?", *lo sacan a la chingada del cuarto*. Creo que es la primera vez que usan a un hombre como un objeto y no un sujeto. Eso me parece excesivamente divertido. Es un personaje que parece importante y nomás es de relleno.
Lo que más admiro de Maléfica son todas las cualidades que le pusieron, principalmente su valentía. Porque además de todo, ella es una guerrera. Y al demonio, faltan más mujeres guerreras para que las niñas sepan que también pueden derrotar ejércitos.
Y así, creo que puedo agregar Maléfica a la lista de películas que dejaría ver a los niños porque promueven valores más o menos decentes. ¡Y es de Disney!
PD. Qué bonitas son las películas que cuentan las historias de los malvados.
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