martes, 23 de julio de 2013

O

Sobre el dolor

"Se trata, sí, de un dolor, pero de un dolor que el masoquista sabe transformar en placer; de un sufrimiento del que, por una química secreta, él destila un puro placer."

"...La felicidad en la esclavitud pasa hoy en día por ser una idea nueva. Ya no existe el derecho de vida y de muerte en las familias, ni los castigos corporales y las novatadas en los colegios, ni correctivos conyugales en los matrimonios..."

"No estoy pensando en la decencia un poco insulsa, que se contenta con disimular; que huye de la piedra y niega que la vio moverse. Hay otra clase de decencia la irreductible y pronta a castigar; la que humilla la carne con la suficiente energía para devolverle su integridad primera y, por la fuerza, la hace retroceer a los días en los que el deseo no se había declarado todavía y la roca no había cantado. Una decencia en cuyas manos es peligroso caer. Porque, para satisfacerla, hay que ofrecerse con las manos atadas a la espalda, las rodillas separadas, entre lágrimas y sudor."



De Historia de O, epílogo.

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