domingo, 20 de mayo de 2012

He volado...

Han sido días, semanas ya, que soñé que me ahogaba. Afuera estaba oscuro, pero el agua -lo último que yo miraba- era brillante, azul y hermoso.


No sé cómo explicar la paz que se siente cuando uno está debajo de la capa de aire. No hay ruido, puro pensamiento y música de paz. Las cosas son fáciles. Allí, flotando, en movimiento y vaivén, abrazos a presión, un arrullo final.


Han sido años que no voy al agua, que no entro al mar. Pero cada vez que veo una imagen, el sueño vuelve a mi mente.


Es tan lindo estar debajo.


Que incluso, como en mi sueño, no me importa morir. Porque es paz. Es olvido. Es un sueño infinito. Como lágrimas, perdidas entre la infinita vastedad del oceáno. 


Pero no quiero dormir y volver a soñar. Porque voy a decidir, por favor, que no me vuelvan a despertar.



1 comentario:

Frédéric dijo...

Pues te aplicaría una "inception" para salvarte pero... pensándolo bien, mejor me quedo contigo.