martes, 22 de febrero de 2011

Cuero, piel y metal.

Un día llegó a la mente de él.
Y él se enamoró. 


Así que tomó un lienzo blanco, y la pintó. 
Pero no la pudo crear.


La pintó de nuevo. 
Le pintó de nuevo su cintura. Le pintó de nuevo sus piernas. Le pintó de nuevo su cara. Le pintó de nuevo su espalda. Le pintó de nuevo su cuello. 
Pero no terminaba de ser ella. No era ella completamente. No podía ser su amada.


Él se volvió aficionada a ella y la buscó. No estaba. 


Así que él la inventó. Se encerró por noches y días, y la creó. Era ella. 
Él admiró su trabajo. Y ella solo le miraba silenciosa. 


Él le pidió amor, y ella solo le miraba. Le juzgaba callando. 


El artista le soñaba todas las noches dejándole. Pero al despertar, ella estaba allí, odiándole, en silencio, en su cárcel de tiempo. De inexistencia.


Y él se volvía loco, le pedía amor, y ella le regresaba miradas de odio. Le regresaba cero palabras a sus gritos de dolor. 


La soledad le quitaba la sanidad mental, y él seguía pidiendo amor a su mujer perfecta inanimada. Ella le juzgaba. Y se alejaba.


El artista le gritó, la golpeó, le imploró. Ella se quedaba en silencio. Le odiaba.


Hasta que un día, ella le mató y se fue. Y dejó los cuartos de pintura vacíos. 

5 comentarios:

Frédéric dijo...

Ja! casi paso por alto la entrada.

Eso si, pa' que veas, me ha pasado. Booeno... no tan machín, pero más o menos.

Alejandro Aguilar dijo...

Ese titulo me sono metalero...=)

Saludos!




Dark Angel

Frédéric dijo...

¿Qué puedes, Sr. D.Angel?

¡Es Soda Stereo!

Solero dijo...

Jajaja a mi también me sono asi... a la de canción animal.

:)

Alicia L. dijo...

Jaja, la bneta si suena medio hard core S&M pero no... Es Soda Stereo.