Llevo ya un tiempo que estoy bien malita de la vida y decidí ponerme a escribir porque creo que, al menos, antes ayudaba, ¿no?
Primero, un recuento de todas las cosas: me gradué de la preparatoria, decidí estudiar Español (super útil, ya sé), comencé a detestar la literatura y me incliné por las ciencias del lenguaje (que son hermosas) y ahora me estoy interesando en la educación. Okay, eso fue rápido.
Todavía hace tres años la vida era bastante igual y normal. Cuando las cosas son iguales y normales y no parece venir ningún cambio es cuando debes agarrarte porque seguro el transporte frena de madrazo y comienza a cambiar de ruta.
Me encontré con las manos llenas de capacidad y así y todo era lindo. Había hecho muchas cosas y me retiré a tener un descanso vacacional.
No.
Al regreso, en mi intento de ponerme a hacer cosas, fallé.
Y no entendía, de verdad, no entendía. Seguía intentando e intentando e intentando (porque a veces a uno le da hueva renunciar). Alguien me dijo que algunas muchas cosas no eran MI responsabilidad. La verdad es que agradezco mucho a todas esas personas que surgieron con sabias palabras dignas de la juventud de mi madre.
Yo también lo dije alguna vez: primero estoy yo, después yo y al final yo. Necesitaba encargarme de mí misma. Necesitaba averiguar qué demonios conmigo.
Por el momento sigo en eso, no tengo mucha prisa.
Lo primero que recordé es que generalmente me consideraba una escritora. Pero realmente no me dan muchas ganas de escribir, así que tachamos eso de la lista.
Lo segundo que recordé es que generalmente soy una lectora. Ahí yace el problema. Estaría muy cómoda en esa parte, y me encanta.
Pero ya no puedo leer.
No digo que no quiero, o que esté cansada, o nada de eso.
Es que no puedo. No me puedo concentrar. De verdad que no puedo. ¿A alguien le pasado? Estás leyendo algo pero luego te sientes muy cansado, aburrido, estresado... y quieres hacer otra cosa, te da sueño, te pesan los ojos, te da hambre.
Ya me harté. No me puedo concentrar y no puedo hacer nada. No entiendo. A veces tengo suerte si logro terminar un libro. Ni siquiera lo leo con amor, lo leo rápido con impaciencia de saber el final.
Y así no se puede ser quien se es.
Generalmente tengo una alternativa, algunas soluciones... Estoy en blanco, no tengo idea de qué hacer.
Quizá... ¿buscar otro ser?
Quizá.
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