miércoles, 20 de julio de 2011

Estaba leyendo...

Como de costumbre. En fin, estaba leyendo esta lista: 1000 characters, y me sentí muy identificada en una parte. Definitivamente porque soy una idiota, me gustaría tener 4 gatos (preferiblemente con lazos sanguíneos... entre ellos, no conmigo), estoy un poquito loca (con las voces y los cambios de humor y eso) y la neta es que platicar mis sueños es genial.

Ayer tuve un sueño multigenial.

Estábamos en la escuela, era una escuela muy pitera-pobre, los salones se miraban como si fueran locales, en vez de puertas eran cortinas de metal. Adentro los bancos eran de diferentes colores, materiales y tamaños. El pizarrón era tan viejo que ya no se podía escribir sobre él. 

Eso no importa, porque en mi sueño nunca llegué a usarlo. Hubo un enfrentamiento frente a la escuela hasta que finalmente fue tomada por los... lo que hayan sido. 
Ahora que lo pienso, saber si eran malos o buenos, está cabrón.

En fin, estos cabrones llegaban, eran unos prepotentes, tenían armas... y bueno, nosotros, un montón de adolescentes, también prepotentes. Todos estábamos viendo qué pedo, los maestros salieron a intentar "protegernos" como en las películas pero los mataron mucho antes. Nosotros no nos dimos cuenta. Como humanos nos empezamos a pelear. Como tengo la mala suerte, me tocó el ProfesorLonganiza insultando a alguien. Lo primero que encontré al voltear al frente fue un arma en mi frente. Una brillante, pequeña y reluciente arma plateada. "Lo siento" murmuré entre dientes, al maldito tipo que bien pudo ser el que estaba empuñando el arma. Estaba gordo.

Los cabroncitos luego nos explicaron que allí nos íbamos a quedar, así de huevos, y que el que se quejara, ya saben, y que el que desobedeciera, ya saben, y el que... Bueno, ya tienen el punto. En mis sueños no suelen haber palabras, solo telepatía (y movimientos de boca, no sounds), así que no me molesten.

Allí nos quedamos días, semanas, yo no sé, era un sueño. 

Nos alimentaban poco, abusaban de nosotros, nos hacinaban en un cuartito que se volvió todavía más insalubre con el tiempo. Nos enfermabamos. Poquito, nomás. 

Yo seguía con el enojo hasta la garganta, más abajo no porque sino se me ahogaba. Me refiero a que había estado lloviendo, y se había inundado un poco el lugar. Y con un poco, me refiero a 60 centímetros de agua no-tan-sucia. Así que estaba muy enojada... 

PanchoVilla enojada.

So, me puse a alborotar a los demás... We needed revolution. We needed WAR. 

Ajá, la neta es que yo creo que todos teníamos hambre, así que poco a poco fuimos robando armas de los idiotas que nos tenían allí encerrados.

Desgraciadamente, esos cabrones estaban decayendo y no nos dimos cuenta. Se peleaban entre ellos, también tenían hambre y frío, los demás insurgentes no les pelaban porque estaban muertos, semimuertos o perdiendo la lucha... Ya no había comida... Estaban igual de jodidos, vaya...


El día que decidimos atacar... Los oponentes decidieron atacar también. 

Se reunieron bajo la lluvia y nos miraron solemnemente -un montón de muchachos con armas- pusieron sus pocas armas contra sus sienes...

"¿Saben que si hacen esto, todo comenzará, verdad?" Preguntamos.

Ellos hicieron estallar sus cabezas. Y nosotros nos abrimos paso entre agua -y sangre tibia- para comenzar la contrarevolución. 

Todo con un perfecto tinte de película del viejo oeste de bajo presupuesto.




A veces odio lo pequeña que me hacen sentir mis sueños.


Por eso lo escribo en letra grande.

2 comentarios:

Alejandro Aguilar dijo...

Tu post me recordo un par de rolas. Pero me dejo un sabor de boca medio amargo. Y esque en realidad, no somos nada.


Saludos mujer!




Dark Angel

Alicia L. dijo...

U_u


Quisiera ser la revolución.