Cuando estaba en el último año de preparatoria, un profesor atinó a decirnos que la mujer busca al hombre de sus sueños, y el hombre busca a la madre de sus hijos. No recuerdo el contexto -ni importa para este post- pero es una de esas frases que se le queda a uno que sueña con casarse pero con jamás tener hijos.
Lo que deriva de esta frase es que los hombres son animales que sólo buscan procrear y nada más, y nos ubica a las mujeres en el plano de la manic pixie dream girl que solamente servimos para gustarle a los hombres, eventualmente casarnos con ellos y hacerles muchos hijitos, que son de ellos y no nuestros.
Well, I refuse. Somos mucho más que procreación e imaginación.
Hoy casualmente llegué a muchas entradas de blogs que nada más le están diciendo a uno que sea feliz, que se sienta genial y, principalmente, que sea (todo esto derivado de preguntas sobre relaciones amorosas). Y aquí estoy pensando ¿qué putas soy? mientras la frase del profesor hace eco en mi cabeza.
Al demonio, pues no sé.
Me cansé de pensar. Lo que concluyo, y lo que terminó siendo esta entrada, es que mi prepa fue un fraude. Ahora sí, reproduzca la canción del título y siéntase en el punto álgido de mi prepa: cuando me di cuenta que valía madres mi educación porque finalmente -en este grande y asqueroso mundo- no soy nadie (ni para hablar ni para contar).
PD. Incorpore imágenes de prostitución soft, que es uno de mis sueños más queridos.